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Síndrome de Munchausen por poder
Por la doctora Magaly
Cruz Quesada, Especialista de
Primer Grado en Psiquiatría Infantil e Instructora de
la Especialidad
RESUMEN
Se discute el caso de un adolescente de 12 años de edad, el cual en un período de 2 meses evoluciona con deterioro creciente de sus funciones psíquicas. La pobre respuesta emocional de la madre y otros familiares, ante la gravedad del paciente, así como algunas incongruencias en la clínica, nos hizo pensar en el síndrome de Munchausen por poder. La literatura reporta pocos casos, al parecer por la minuciosidad con que se diseñan y por no formar parte del pensamiento médico. Ante una extraña “enfermedad” este Síndrome debe estar presente dentro de los posibles diagnósticos.
Palabras claves. Maltrato infantil. Síndrome de Munchausen.
INTRODUCCIÓN
El Síndrome del niño apaleado fue
descrito por Henry Kempe en 1962. Esto dio lugar a que se reconozca el
maltrato infantil como un problema de salud. El Síndrome de Munchausen
por Poder es una de las modalidades del maltrato infantil.
En 1951 Asher describió el Síndrome de Munchausen para significar
aquellos pacientes que se sometían a investigaciones médicas,
operaciones y tratamientos innecesarios debido a que el Barón de
Munchausen padecía de enfermedades ficticias. Posteriormente Meadow
(1) publicó trabajos en los cuales describía niños
con enfermedades creadas por sus padres y lo llamó Síndrome
de Munchausen por Poder. El progenitor puede distorsionar cualquier aspecto,
incluyendo la exposición del menor a agentes nocivos, o inducirlo
a simular, como ocurrió en el paciente que estudiamos.
Los factores que llevan a los familiares y en especial a la madre a cometer
la simulación son disímiles y a veces quien induce al menor
también se finge enfermo y/o presenta alteraciones emocionales.
Presentación del paciente
Paciente A.C.P. de 12 años de edad, masculino, que es remitido por la escuela. Asiste a la enseñanza especial desde hace 2 cursos, es portador de retraso mental ligero. Procede de un hogar en el cual los padres están divorciados, hay pobres vínculos afectivos con el padre y carecen de apoyo económico. La madre no trabaja y el otro hijo fue llamado hace 2 meses al SMG. Mamá impresiona deficiente mental ligera y tiene antecedentes de haber ingresado en el Hospital Psiquiátrico de La Habana cuando joven. Los maestros señalan que los síntomas aparecieron hace 2 meses, súbitamente, y que cada día lo observan peor. La progenitora también comparte este criterio.
Examen físico
No alteraciones.
Examen neurológico. Normal en todas las maniobras donde no interviene
la voluntad del paciente. Llama la atención la cabeza inclinada
al entrar a la consulta y se mantuvo así durante la misma.
Examen psiquiátrico
Vigil, con salivación profusa, protrusión en la lengua.
Balbucea su nombre e impresiona que no comprende las órdenes. No
cooperó en el resto del examen.
EEG normal. Posee cráneo normal. Examen de laboratorio normal.
En el transcurso de los días se observa deterioro creciente de
las funciones, días en que tiene incapacidad total para decir su
nombre, esto alternaba con deterioro de su hábito externo. Un día
apareció con los zapatos invertidos y otro con la camisa mal abrochada.
También hubo días en que ambos intentaron llamar la atención
del público presente en el salón de espera. Por ejemplo
se montaron en un caballito de juguete y la madre se mostró especialmente
habladora con todos explicándoles la problemática de su
hijo.
Entrevista a maestros. Señalaron que a veces había mejoría.
Entrevista a vecinos. Hablaron de los antecedentes psiquiátricos
de la madre y la precaria situación económica, pusieron
énfasis en los cambios del menor en los últimos 2 meses.
Entrevista a padre y hermano. Ambos plantearon que lo veían mal
pero no mostraron inquietud ante la gravedad del paciente.
DISCUSIÓN
Ante esta sintomatología de gran complejidad
con breves revisiones, investigaciones normales y manifestaciones clínicas
contradictorias, cambiantes, así como la pobre respuesta emocional
de la familia, especialmente la madre, nos planteamos que estábamos
ante un cuadro inducido, en el cual la madre actuaba como modelo, contribuyendo
así a que el menor mantuviese su actuación. El cuadro fue
sutilmente creado, lo cual generó grandes dudas en maestros y vecinos.
En todos los casos siempre hay un propósito bien definido, por
medio de las acciones realizadas en el niño para obtenerlo, y así,
los adultos dan solución a sus propios problemas.
Al ser ambos informados de nuestra sospecha cambiaron ambos totalmente,
en especial el menor. La madre señaló que el móvil
fue la precaria situación económica, que con esto pretendía
obtener un certificado para que dieran baja a su hijo mayor del SMG y
que continuara trabajando, y por otra parte, así evitar que el
menor, en su momento, fuera llamado a las filas del SMG.
RECOMENDACIONES
Este síndrome debe estar presente en el pensamiento médico, para así evitar daños sobre niños cuyos padres los utilizan, sin tener en cuenta la posibilidad de investigaciones, operaciones u otras acciones médicas, dolorosas o riesgosas, que pueden poner en peligro la vida del niño. Asimismo, esta afección debe ser conocida ampliamente para que puedan realizarse acciones médicas en el plano ético.
BIBLIOGRAFÍA
Si te interesa profundizar en el tema, te sugiero
consultes los siguientes autores:
1) Acosta Néstor Tieles. Maltrato infantil, CDC, 2002.
2) Cuadernos de Bioética, volumen XI, No. 41, enero-marzo, 2000.
3) Nelson. Tratado de Pediatría, 5ta edición.