La obra de la revolución es la mayor prueba de su justeza
Por Francisco Vargas Reselló
Con el triunfo revolucionario de la gesta emancipadora, que dio lugar a la transformación del país en 1959, cuando se puso en práctica el programa del “Moncada”. Los obreros y campesinos fueron protegidos por las leyes benefactoras que de inmediato implantó el nuevo sistema social.
La Reforma Agraria, la rebaja de los alquileres, la erradicación del desempleo y de la pobreza absoluta, la Salud Pública y Educación gratuita, fueron entre otras, unas de las primeras medidas aplicadas por el nuevo gobierno.
Pero también fue una prioridad, la formación de profesionales y técnicos que contribuyeran al desarrollo del país, para la que se crearon las facilidades educacionales imprescindibles, donde los hijos de los obreros y de los campesinos pudieran ejercer sus estudios en todos los niveles de la enseñanza.
Para cumplir con este último designio, fue necesario diseñar e implantar un plan de becas, que tiene sus inicios en noviembre de 1960, y se ha mantenido durante todos estos años, superando las expectativas, en el que se han formados miles de profesionales de nuestro país y de otras latitudes del mundo, con los que hemos compartido nuestro empeño de superación técnica y profesional.
A medio siglo de este trascendental suceso, el lobby de la Residencia Estudiantil Comandante "Ramón Paz Borroto", fue el escenario escogido para la conmemoración de tan significativo aniversario.
Al acto asistieron miembros del Consejo de Dirección de la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana, y del Secretariado de la FEU de la institución, así como los Directores de las Residencias Estudiantiles, “Ramón Paz Borroto”, “Victoria de Girón”, “Dr. Salvador Allende” y “Julio Trigo”, también concurrieron estudiantes becarios cubanos y extranjeros, y alumnos externos de las facultades Comandante”Manuel Fajardo”, “General Calixto García”, y de la facultad de Estomatología.
Un invitado de connotación especial, el capitán, José Rebellón, fundador junto a nuestro comandante en jefe, narra a los actuales becarios cubanos y extranjeros y a todos los presentes en el acto, como surge la idea de disponer para residencias estudiantiles, los tres edificios más altos de la capital, que estaban diseñados por sus dueños para fines lucrativos.
Un día Fidel nos invitó a almorzar en el restaurante La Zaragozana, allí se habló de la posibilidad de utilizar este edificios de Gy25 Y los de Línea e I, Malecón y 12 y también se mencionó otro ubicado en F y Tercera, todos en el vedado, pero el más adelantado en su construcción era este edificio de Gy25 donde estamos ahora, y por esa razón fue el primero del Plan de Ayuda para la formación de profesionales…
Rebellón, se mostró emocionado al recordar ese momento histórico y se refirió a las condiciones difíciles de ese instante en que la ocupación del gobierno no era solamente de la reforma universitaria, sino de todos los cambios que requería el país. Dijo que él no era de mucho hablar y exhortó a la audiencia a leer una entrevista relacionada con el tema, publicada en el Periódico Juventud Rebelde.
La obra de la revolución es la mayor prueba de su justeza.
Así expresó al comienzo de su discurso el Lic. José Aurelio González Merchán, Director de la Residencia Estudiantil, Comandante “Ramón Paz Borroto”. Y más adelante señaló:
Aunque los enemigos de la revolución propalen sus siempre sartas de mentiras, e incluso algunos ingenuos se las crean, la verdad de la revolución siempre se abre paso con ésta, su obra, la obra de todos y para todos.
Sólo con una revolución como la nuestra, en que cientos de jóvenes del interior del país, arribaban al grado de bachiller, que incluso hacían con un inmenso sacrificio, podrían haber accedido al Alma Mater de nuestra capital.
Es así como surge la Residencia Estudiantil, la primera del país, después del triunfo de la revolución, como una idea genial de nuestro Comandante en Jefe y con la participación de un grupo de jóvenes con iguales inquietudes, que contribuyeron a materializar esta maravillosa idea.
Nunca los “dueños originales” de este inmueble, fruto del robo y el latrocinio por uno de los principales sicarios de la dictadura batistiana, hubiesen imaginado, que por aquí pasarían generosas generaciones de hombres y mujeres que con su formación universitaria, prestigiasen y enalteciesen, las ciencias, las letras y la política en nuestra patria revolucionaria.
Aquellos eran momentos de sueños, como también lo son ahora, sólo que con la diferencia del contexto histórico tan complejo y tan convulso en que vivimos; pero los revolucionarios de todos los tiempos, seguimos soñando y tratando de hacer realidad esos sueños.
En otra parte de su intervención, el Lic. Merchán, enfatizó: con el desarrollo del plan de becas universitarias en el país, esta Residencia devino para las Ciencias Médicas, y viviendo y estudiando en ella, se han graduados miles de galenos y cientos de especialistas que hoy engrosan el acervo científico de nuestro país.